Relato de 'Fugas de tinta 7':
‘Chat made in Jamundí’ *
Por Marina Giraldo
Los seres humanos, por
instinto, tenemos la necesidad de la comunicación. Y los presos no somos la
excepción en la cárcel más grande de Latinoamérica, construida en el último
cuarto del mandato de Uribe.
Botados en medio de la nada,
alejados de la sociedad como si fuéramos una plaga o tuviéramos algo
contagioso, estigmatizados, excluidos, olvidados hasta por nuestras familias.
Aquí nació un medio de
comunicación muy particular. Mientras el mundo se mueve al ritmo frenético de
las comunicaciones, el 4G es la sensación. Aquí no hay Samsung Galaxy, ni
iPhone: hay una toalla blanca doblada y amarrada en los extremos que es llamada
«la Blackberry». Este idioma fue construido por la necesidad fundamental de
socializar y hacer de este encierro algo más ameno.
Los autores de este método
serían difíciles de identificar porque se generó gracias a un conjunto de
ideas. Al principio solo eran algunas formas simples, luego se hizo un
abecedario incompleto, pero se podía entender muy bien. Esto ha despertado toda
clase de pasiones, incluso conflictos.
Al comienzo, la guardia intentó
acabar con eso: ataques con gas, castigos colectivos e individuales. Pero
¿quién puede luchar contra las ilusiones del hombre? ¿Quién puede apagar la
llama de una pasión? Así que esa lucha fue infructuosa y al final tuvieron que
ceder.
Celos, pleitos, amores,
desamores, traiciones, engaños, cartas a ciegas e incluso estrellones cuando el
príncipe o la princesa no salían como se esperaba. Todo hace parte de este
pequeño universo y del misterio que encierra el «chat made in Jamundí».
Luego inician las preguntas de
rigor: ¿Cómo te llamas? ¿Cuánto tiempo te condenaron? ¿Tienes hijos? ¿Cómo
eres? Y así se va creando una afinidad y al final de la charla quedaron en
pactar una clave para identificarse y continuar con las citas diarias.
Muchas veces se «chapean», es
decir, se cambian el nombre, normalmente lo hacen aquellos que tienen pareja,
pero siempre están buscando algo nuevo. Cuando esto ocurre se forma el
conflicto. Si es en la RM se halan el cabello, se aruñan, en fin, pero si es donde
los hombres, se forman grandes combates.
Cada día trae su afán: unos
días se aman, otros no tanto. Son pocos los que no han sucumbido al encanto,
otros ya están cansados y además ya los conocen demasiado y eso hace que se
pierda el encanto.
Pero de todo este conjunto de
emociones se desprende siempre lo mismo: «la conyugal». Esta cita a ciegas hace
que la adrenalina acelere el pulso, ya que existe la expectativa de no saber
cómo será el otro.
Empieza el otro ritual: el
traje íntimo (indispensable), las cremas, el peinado, la depilación, el
aclarado de cabello y, ¡wow!, se transformó el patito feo en un majestuoso
cisne y si no fue lo que se esperaba toca volver a empezar. Ni el sol, ni la
lluvia, ni el frío, ni el calor hacen que la ventana esté desocupada. Sólo
cuando suena el pito que indica que vamos para las celdas se cierra la red, se
apaga la blackberry, y se espera que llegue el nuevo día para saludar al
compañero de la soledad.
* Del libro ‘Fugas de tinta 7’.
Cortesía José Zuleta y el Ministerio de Cultura
-----
NTC ... ENLACES-----
Sobre todos los números anteriores (1 al 6) de FUGAS de TINTA, acceder y navegar:
http://ntc-narrativa.blogspot.com.co/2014_09_27_archive.html
LOS CINCO LIBROS ANTERIORES. NTC ... REGISTROS.
ntc.agenda.blogspot.com
notipoemastelepolvero.blogspot.com
notipoemastelepolvero@gmail.com
Santiago de Cali, 13 de octubre del 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario