domingo, 8 de marzo de 2015

Carta a una Mujer- Gloria Cepeda Vargas.




POR GLORIA CEPEDA VARGAS

CARTA A UNA MUJER

Gloria Cepeda Vargas

No pretendo eliminar ni un ápice del regocijo que te embarga al sentirte

halagada por los mismos que el resto del año te desconocen.  Los veo

llegar a declararnos dueñas de las 24 horas, 1640 minutos y 86400

segundos de este 8 de marzo que esperamos resuelle de una vez.

Es curiosa la manera con que pretendemos extrapolar el absurdo. No

aludo a candideces de ocasión. Me refiero a la mano que intenta

comprometernos en una cuadratura ajena a nuestra fórmula primaria.

Tú y yo sabemos que este cuento empezó en los pomares del edén. Entre

rumor de ríos patriarcales, un bípedo lampiño y desnudo, creado “a

imagen y semejanza de Dios”, echaba de menos el artilugio que le

ayudaría a destejer el mundo. Entonces el Supremo, inclinándose sobre su

costillar, en un abrir y cerrar de ojos, te convirtió en producto del primer

parto conocido. Después te señalarían como a la felona más

promocionada de la historia.

Me dirás que ahora, mediante los buenos oficios de la píldora, ése es un

cuento mandado a recoger. Lamento decirte que eso únicamente es

aplicable al grupúsculo  que se refocila lejos de tautologías y esclavitudes

en vías de reparación y esta carta va dirigida  a todas las mujeres del

mundo y en especial a mis hermanas de Colombia. Entonces te recuerdo

que el 8 de marzo no es solo el día nacional de la mujer adecuadamente

matrimoniada o de la que provista de agallas suficientes administra al

menos la mitad de su hacienda. Intento llegar también a las pobladoras a

los altozanos donde los días tienen cara de ausencia, a las zarandeadas en

tómbolas oscuras, a las que se adelgazan en esa trilla conocida como

violencia intrafamiliar. Ahí levanta la cabeza la víbora y las mujeres

desaparecemos igual que en los secanos del abandono y las tolvaneras de

la guerra.

Pero no podemos quedarnos deshojando la margarita. Sería mejor

empezar a mirarnos de frente. Quizás resultaría divertido encontrar el

principio del hilo o destripar el tambor con que nos aturdieron los

responsables del exilio.

Quiero que sepas que nuestra liberación echará a andar cuando te leas y

traduzcas en la piel de las otras, cuando sientas que solo una mujer

caminará por donde tú lo haces y cuando el hombre se quite de encima el

estribo que le llaga los ijares. Como un niño indefenso, tiembla ante la

perspectiva del derrumbe. Se quedó atado al síndrome del jinete de pubis

y caderas femeninos como única garantía de virilidad. Reducido a girar en

ese círculo, trata de olvidar. Y nos trivializa y nos niega. Aquiles no saboreó

la llamada solidaridad de género, porque de ser así, le habrían brindado a

tiempo los talones.

En los inicios del siglo XXI, cruzamos escoltadas por una fecha que a

muchas despeina y a otras deja impávidas. Pero aquí vamos, con nuestra

molienda verbal tachada de excesiva por quienes apenas conocen el valor

de la palabra y a horcajadas en remanentes mitad serviles y mitad

heroicos; los mismos que a pesar del viento en contra, están destinados a

decir la última palabra.

. Después te señalarían

notipoemastelepolvero@gmail.com
notipoemastelepolvero.blogspot.com.
ntc.agenda.blogspot.com
pleniluniocali@gmail.com
lecturasurgentesdepoesía.blogspot.com
jueves del centenario
parque de los poetas
poetas vallecaucanos
TODAS UNIDAS EN LA POESÍA .
Gloria O." Helga "

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